La actuación, tanto del gobierno actual como de los gobiernos anteriores, está siendo vergonzosa; no se han aplicado sanciones de ningún tipo al comercio con el Estado sionista al igual que se ha intensificado la compraventa de armamento a Israel. El reconocimiento del Estado Palestino por parte del actual gobierno no deja de ser un acto simbólico cuyo fin es desmovilizar las diferentes acciones sindicales y sociales retrasando así la implantación de medidas reales.